Revista Científica de Glaciares y Ecosistemas de Montaña 5

Los mejores especialistas, actuales y futuros, en estudios de glaciares y ecosistemas de montaña tendrán la responsabilidad de determinar nuevas fronteras de la investigación científica. Aquí pretendemos solamente indicar unos temas que nos parecen importantes y que tienen un gran potencial para ser desarrollados. Aunque puede parecer algo anticuada y de utilidad limitada, la investigación histórica de la condición de los glaciares y ecosistemas de montaña en los últimos siglos tiene mucho material por revisar. El acceso a publicaciones del siglo XX en diversos idiomas es, a menudo, necesario para los estudios de cambios climáticos y ambientales, especialmente con relación al registro fotográfico de estos cambios. Algunas revistas científicas antiguas son accesibles en forma digital en internet, pero hay muchas más que no han sido digitalizadas todavía, estando disponibles solamente en bibliotecas especializadas; además, el proceso de escanear libros, tesis, revistas e informes antiguos (p. ej. Trask, 1952) es largo, diverso y no necesariamente cubre muchas fuentes y materiales regionales y locales. Aparte del imprescindible inglés, el alemán y el francés son idiomas importantes para estudios glaciologicos en los Alpes, los Andes y otras cordilleras del mundo. Para las cordilleras Blanca y Huayhuash del Perú, algunas de las primeras noticias científicas se publicaron en alemán en un extenso libro, Di Weisse Kordillere (Borchers, 1935), y en revistas especializadas publicadas en Múnich (p. ej. Borchers, Hoerlin y Schneider, 1933; Kinzl, 1936; Kinzl y Schweizer, 1941), generalmente en letra gótica (Fraktur) que presenta un desafío adicional para su lectura. La digitalización de materiales impresos (libros, artículos, informes y tesis) para el acceso, indización y clasificación de acuerdo a su utilidad para nuevos estudios abrirá el uso a décadas de estudios previos. Para el manejo más eficiente de la bibliografía electrónica moderna, sería valioso contar con técnicas y servicios de búsqueda bibliográfica proactiva, basado en la indicación de palabras clave de interés. También, servicios nuevos pueden alertar a los investigadores acerca de nuevos artículos sobre los mismos temas en el momento de su primera publicación electrónica. Para las dos especialidades de glaciares y ecosistemas de montaña hay una necesidad de captar la totalidad (the big picture) del área geográfica de interés, sea una subcuenca, una cordillera o todas las cordilleras del Perú u otras partes de los Andes. Claramente, la teledetección satelital es la herramienta esencial para cubrir miles de kilómetros cuadrados y determinar las áreas de los glaciares y las cuencas hidrográficas. Sin embargo, en el futuro cercano se necesitará mejor definición y diferenciación, si es posible, para precisar ciertos aspectos como la variación del espesor del hielo de diferentes partes de un glaciar, o en la variación de la cobertura vegetal de diferentes partes de una subcuenca. En conjunto con esta escala macro, sería valioso contar con cantidades de sensores pequeños y económicos para un registro en tiempo real, colocados en lugares estratégicos de las subcuencas para la medición de variables climáticas y ambientales (p. ej. temperatura y humedad del aire o del suelo, o la temperatura y acidez del agua), dando importantes aportes para la meteorología, hidrología y ecología. El campo amplio de la radio glaciología (para un resumen de las técnicas véase Solorza, 2012) tiene mucho potencial para ampliar nuestro conocimiento de las grandes masas de hielo y su entorno. Usando botes y equipos de sonar, se puede realizar batimetría para determinar las profundidades de las lagunas glaciares y desarrollar una representación en tres dimensiones. A pesar de las irregularidades del fondo de la laguna, se puede calcular con relativa precisión el verdadero volumen de agua, empleando programas matemáticos especializados. En contraste, la logística de desplazamiento para medir glaciares es mucho más difícil que hacer batimetría desde Revista de Glaciares y Ecosistemas de Montaña 5 (2018): 7-8 7 un bote en una laguna con espejo de agua uniforme. Medir el espesor del hielo de glaciares es aún más difícil por la irregularidad de la superficie, tal como del lecho de roca de la base. Es posible medir el espesor usando georadar (GPR – ground penetrating radar), radio eco sondaje (RES) o tecnología LiDAR (del inglés, laser imaging, detection and ranging), transportada por trineo, drone o helicóptero (y, tal vez, super drones en el futuro). Por la consistencia del hielo, se puede penetrar hasta tres kilómetros de profundidad, como se ha hecho en las placas de hielo en la Antártida (p. ej. Uribe et al., 2016), o para detectar el gran cráter de impacto debajo del hielo de Groenlandia (Kornei, 2018). Se mide la superficie de glaciares con teledetección o GPS y, teniendo las medidas de la superficie y el fondo, teóricamente se puede calcular el volumen del hielo. Teniendo el volumen, se necesita estimar la densidad del hielo para poder calcular el volumen equivalente de agua (véase p. ej. Silverio, 2018) para fines del potencial uso para la agricultura, el consumo humano y la hidroeléctrica. Para el estudio integral de las cuencas hidrográficas, se debe avanzar con la caracterización de ecosistemas de montaña con base en la teledetección especializada utilizando sensores e índices apropiados para diferenciar diversos tipos de comunidades de plantas, por ejemplo, bofedales (cf. García et al., 2016) o tipos de bosques. Por supuesto, será importante hacer una verificación minuciosa en el terreno (ground truthing) de algunas quebradas escogidas (cf. Rosario, 2018) para poder comparar la realidad en el campo con la determinación por teledetección y hacer las correcciones o refinamientos necesarios para mejorar la interpretación de las imágenes remotas. Además, la observación periódica de unas subcuencas podría servir para identificar especies de plantas y animales ocupando nuevos nichos altitudinales con el aumento de la temperatura. Un tema de creciente importancia, visto que el retroceso glaciar expone grandes áreas de roca a los efectos de la oxidación y erosión (Eddy et al., 2017), es el monitoreo y la bioremediación de las aguas fluviales, usando nuevas técnicas (p. ej., Zimmer et al., 2018) para reducir el impacto biológico negativo de los drenajes ácidos de roca (cf. Martel et al., en este número). También, la recuperación de tecnologías ancestrales, tal como la construcción de represas de limo para crear y sostener bofedales (Lane, 2017), combinado con la siembra y cosecha de agua, pueden ofrecer soluciones espaciales en áreas de escasez de agua y pastos.

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Bibliographic Details
Main Author: Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña
Format: info:eu-repo/semantics/article biblioteca
Language:esp
Published: Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña 2018-12
Subjects:Investigación, Ecosistemas de montaña, Glaciares, https://purl.org/pe-repo/ocde/ford#1.05.08,
Online Access:https://revista.inaigem.gob.pe/index.php/RGEM/issue/view/5
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Summary:Los mejores especialistas, actuales y futuros, en estudios de glaciares y ecosistemas de montaña tendrán la responsabilidad de determinar nuevas fronteras de la investigación científica. Aquí pretendemos solamente indicar unos temas que nos parecen importantes y que tienen un gran potencial para ser desarrollados. Aunque puede parecer algo anticuada y de utilidad limitada, la investigación histórica de la condición de los glaciares y ecosistemas de montaña en los últimos siglos tiene mucho material por revisar. El acceso a publicaciones del siglo XX en diversos idiomas es, a menudo, necesario para los estudios de cambios climáticos y ambientales, especialmente con relación al registro fotográfico de estos cambios. Algunas revistas científicas antiguas son accesibles en forma digital en internet, pero hay muchas más que no han sido digitalizadas todavía, estando disponibles solamente en bibliotecas especializadas; además, el proceso de escanear libros, tesis, revistas e informes antiguos (p. ej. Trask, 1952) es largo, diverso y no necesariamente cubre muchas fuentes y materiales regionales y locales. Aparte del imprescindible inglés, el alemán y el francés son idiomas importantes para estudios glaciologicos en los Alpes, los Andes y otras cordilleras del mundo. Para las cordilleras Blanca y Huayhuash del Perú, algunas de las primeras noticias científicas se publicaron en alemán en un extenso libro, Di Weisse Kordillere (Borchers, 1935), y en revistas especializadas publicadas en Múnich (p. ej. Borchers, Hoerlin y Schneider, 1933; Kinzl, 1936; Kinzl y Schweizer, 1941), generalmente en letra gótica (Fraktur) que presenta un desafío adicional para su lectura. La digitalización de materiales impresos (libros, artículos, informes y tesis) para el acceso, indización y clasificación de acuerdo a su utilidad para nuevos estudios abrirá el uso a décadas de estudios previos. Para el manejo más eficiente de la bibliografía electrónica moderna, sería valioso contar con técnicas y servicios de búsqueda bibliográfica proactiva, basado en la indicación de palabras clave de interés. También, servicios nuevos pueden alertar a los investigadores acerca de nuevos artículos sobre los mismos temas en el momento de su primera publicación electrónica. Para las dos especialidades de glaciares y ecosistemas de montaña hay una necesidad de captar la totalidad (the big picture) del área geográfica de interés, sea una subcuenca, una cordillera o todas las cordilleras del Perú u otras partes de los Andes. Claramente, la teledetección satelital es la herramienta esencial para cubrir miles de kilómetros cuadrados y determinar las áreas de los glaciares y las cuencas hidrográficas. Sin embargo, en el futuro cercano se necesitará mejor definición y diferenciación, si es posible, para precisar ciertos aspectos como la variación del espesor del hielo de diferentes partes de un glaciar, o en la variación de la cobertura vegetal de diferentes partes de una subcuenca. En conjunto con esta escala macro, sería valioso contar con cantidades de sensores pequeños y económicos para un registro en tiempo real, colocados en lugares estratégicos de las subcuencas para la medición de variables climáticas y ambientales (p. ej. temperatura y humedad del aire o del suelo, o la temperatura y acidez del agua), dando importantes aportes para la meteorología, hidrología y ecología. El campo amplio de la radio glaciología (para un resumen de las técnicas véase Solorza, 2012) tiene mucho potencial para ampliar nuestro conocimiento de las grandes masas de hielo y su entorno. Usando botes y equipos de sonar, se puede realizar batimetría para determinar las profundidades de las lagunas glaciares y desarrollar una representación en tres dimensiones. A pesar de las irregularidades del fondo de la laguna, se puede calcular con relativa precisión el verdadero volumen de agua, empleando programas matemáticos especializados. En contraste, la logística de desplazamiento para medir glaciares es mucho más difícil que hacer batimetría desde Revista de Glaciares y Ecosistemas de Montaña 5 (2018): 7-8 7 un bote en una laguna con espejo de agua uniforme. Medir el espesor del hielo de glaciares es aún más difícil por la irregularidad de la superficie, tal como del lecho de roca de la base. Es posible medir el espesor usando georadar (GPR – ground penetrating radar), radio eco sondaje (RES) o tecnología LiDAR (del inglés, laser imaging, detection and ranging), transportada por trineo, drone o helicóptero (y, tal vez, super drones en el futuro). Por la consistencia del hielo, se puede penetrar hasta tres kilómetros de profundidad, como se ha hecho en las placas de hielo en la Antártida (p. ej. Uribe et al., 2016), o para detectar el gran cráter de impacto debajo del hielo de Groenlandia (Kornei, 2018). Se mide la superficie de glaciares con teledetección o GPS y, teniendo las medidas de la superficie y el fondo, teóricamente se puede calcular el volumen del hielo. Teniendo el volumen, se necesita estimar la densidad del hielo para poder calcular el volumen equivalente de agua (véase p. ej. Silverio, 2018) para fines del potencial uso para la agricultura, el consumo humano y la hidroeléctrica. Para el estudio integral de las cuencas hidrográficas, se debe avanzar con la caracterización de ecosistemas de montaña con base en la teledetección especializada utilizando sensores e índices apropiados para diferenciar diversos tipos de comunidades de plantas, por ejemplo, bofedales (cf. García et al., 2016) o tipos de bosques. Por supuesto, será importante hacer una verificación minuciosa en el terreno (ground truthing) de algunas quebradas escogidas (cf. Rosario, 2018) para poder comparar la realidad en el campo con la determinación por teledetección y hacer las correcciones o refinamientos necesarios para mejorar la interpretación de las imágenes remotas. Además, la observación periódica de unas subcuencas podría servir para identificar especies de plantas y animales ocupando nuevos nichos altitudinales con el aumento de la temperatura. Un tema de creciente importancia, visto que el retroceso glaciar expone grandes áreas de roca a los efectos de la oxidación y erosión (Eddy et al., 2017), es el monitoreo y la bioremediación de las aguas fluviales, usando nuevas técnicas (p. ej., Zimmer et al., 2018) para reducir el impacto biológico negativo de los drenajes ácidos de roca (cf. Martel et al., en este número). También, la recuperación de tecnologías ancestrales, tal como la construcción de represas de limo para crear y sostener bofedales (Lane, 2017), combinado con la siembra y cosecha de agua, pueden ofrecer soluciones espaciales en áreas de escasez de agua y pastos.