Agricultura de conservación y captura de carbono en el suelo: entre el mito y la realidad del agricultor

Los esfuerzos humanos para producir cantidades cada vez mayores de alimentos dejan su marca en el ambiente. El uso persistente de prácticas agrícolas convencionales con base en la labranza extensiva, especialmente cuando se combinan con el retiro o quema de los residuos del cultivo, han magnificado las pérdidas por erosión del suelo y el recurso suelo se ha degradado constantemente. Otra consecuencia directa del uso persistente de prácticas de producción tradicionales por los agricultores es el rápido incremento de los costos de producción; los costos de los insumos tales como variedades mejoradas y fertilizantes continúan incrementándose y los agricultores hacen un uso ineficiente de estos. A pesar de la disponibilidad de variedades mejoradas con un mayor potencial de rendimiento, no se logra el incremento potencial en la producción debido a los malos sistemas de manejo de cultivos. En la actualidad, se ha empezado a entender que la agricultura no solo debe tener una alta productividad, sino también ser sustentable. Se ha propuesto a la agricultura de conservación como un conjunto de principios de manejo ampliamente adaptado que pueden asegurar una producción agrícola más sustentable. La agricultura de conservación es un concepto más amplio que la labranza de conservación, un sistema donde al menos 30 % de la superficie del suelo está cubierta con residuos del cultivo anterior, después de la siembra del próximo cultivo. En la agricultura de conservación, el énfasis no solo cae sobre el componente de la labranza sino sobre la combinación de los siguientes tres principios: 1. Reducción en labranza: El objetivo es lograr un sistema con cero labranza (es decir, sin labranza) pero el sistema puede involucrar sistemas de siembra con labranza controlada que, por lo general, no perturben más del 20-25 % de la superficie del suelo. 2. Retención de cantidades suficientes de residuos del cultivo y cobertura de la superficie del suelo: El objetivo es la retención de suficientes residuos sobre el suelo para: proteger el suelo de la erosión hídrica y eólica; reducir los escurrimientos de agua y la evaporación; mejorar la productividad del agua; y mejorar las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo asociadas con una productividad sustentable a largo plazo. 3. Uso de rotación de cultivos: El objetivo es usar una rotación de cultivos diversificados para: ayudar a moderar/mitigar posibles problemas de malezas, enfermedades y plagas; utilizar los efectos benéficos de algunos cultivos sobre las condiciones del suelo y sobre la productividad del próximo cultivo; y proporcionar a los agricultores opciones económicamente viables que minimicen los riesgos. Estos principios de la agricultura de conservación son aplicables a una amplia variedad de sistemas de producción de cultivos desde condiciones con baja productividad, en temporal hasta condiciones con alta productividad en riego. Sin embargo, la aplicación de los principios de la agricultura de conservación será muy diferente de un sistema de producción a otro. Es necesario identificar los componentes del manejo tales como las tácticas de control de plagas y malezas, estrategias de manejo de nutrientes y rotación de cultivos, entre otros, por medio de investigación aplicada con la participación activa de los agricultores. La agricultura de conservación ha sido promovida como una práctica agrícola que incrementa la sustentabilidad agrícola y está asociada con el potencial de reducir las emisiones de gases con efecto invernadero. Sin embargo, hay informes contrastantes sobre el potencial de prácticas de agricultura de conservación para la captura de carbono (es decir, el proceso de sustraer el dióxido de carbono, CO2, de la atmósfera y depositarlo en el suelo).

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Bibliographic Details
Main Authors: Verhulst, N., Francois, I., Govaerts, B.
Format: Handbook biblioteca
Language:English
Published: CIMMYT 2015
Subjects:AGRICULTURAL SCIENCES AND BIOTECHNOLOGY, CONSERVATION AGRICULTURE, CARBON SEQUESTRATION, SOIL,
Online Access:http://hdl.handle.net/10883/4409
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Description
Summary:Los esfuerzos humanos para producir cantidades cada vez mayores de alimentos dejan su marca en el ambiente. El uso persistente de prácticas agrícolas convencionales con base en la labranza extensiva, especialmente cuando se combinan con el retiro o quema de los residuos del cultivo, han magnificado las pérdidas por erosión del suelo y el recurso suelo se ha degradado constantemente. Otra consecuencia directa del uso persistente de prácticas de producción tradicionales por los agricultores es el rápido incremento de los costos de producción; los costos de los insumos tales como variedades mejoradas y fertilizantes continúan incrementándose y los agricultores hacen un uso ineficiente de estos. A pesar de la disponibilidad de variedades mejoradas con un mayor potencial de rendimiento, no se logra el incremento potencial en la producción debido a los malos sistemas de manejo de cultivos. En la actualidad, se ha empezado a entender que la agricultura no solo debe tener una alta productividad, sino también ser sustentable. Se ha propuesto a la agricultura de conservación como un conjunto de principios de manejo ampliamente adaptado que pueden asegurar una producción agrícola más sustentable. La agricultura de conservación es un concepto más amplio que la labranza de conservación, un sistema donde al menos 30 % de la superficie del suelo está cubierta con residuos del cultivo anterior, después de la siembra del próximo cultivo. En la agricultura de conservación, el énfasis no solo cae sobre el componente de la labranza sino sobre la combinación de los siguientes tres principios: 1. Reducción en labranza: El objetivo es lograr un sistema con cero labranza (es decir, sin labranza) pero el sistema puede involucrar sistemas de siembra con labranza controlada que, por lo general, no perturben más del 20-25 % de la superficie del suelo. 2. Retención de cantidades suficientes de residuos del cultivo y cobertura de la superficie del suelo: El objetivo es la retención de suficientes residuos sobre el suelo para: proteger el suelo de la erosión hídrica y eólica; reducir los escurrimientos de agua y la evaporación; mejorar la productividad del agua; y mejorar las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo asociadas con una productividad sustentable a largo plazo. 3. Uso de rotación de cultivos: El objetivo es usar una rotación de cultivos diversificados para: ayudar a moderar/mitigar posibles problemas de malezas, enfermedades y plagas; utilizar los efectos benéficos de algunos cultivos sobre las condiciones del suelo y sobre la productividad del próximo cultivo; y proporcionar a los agricultores opciones económicamente viables que minimicen los riesgos. Estos principios de la agricultura de conservación son aplicables a una amplia variedad de sistemas de producción de cultivos desde condiciones con baja productividad, en temporal hasta condiciones con alta productividad en riego. Sin embargo, la aplicación de los principios de la agricultura de conservación será muy diferente de un sistema de producción a otro. Es necesario identificar los componentes del manejo tales como las tácticas de control de plagas y malezas, estrategias de manejo de nutrientes y rotación de cultivos, entre otros, por medio de investigación aplicada con la participación activa de los agricultores. La agricultura de conservación ha sido promovida como una práctica agrícola que incrementa la sustentabilidad agrícola y está asociada con el potencial de reducir las emisiones de gases con efecto invernadero. Sin embargo, hay informes contrastantes sobre el potencial de prácticas de agricultura de conservación para la captura de carbono (es decir, el proceso de sustraer el dióxido de carbono, CO2, de la atmósfera y depositarlo en el suelo).