Agroecología en la periferia un caso del terrritorio maya achí, Guatemala

En las últimas dos décadas la agroecología ha sido reconocida como una alternativa viable al destructivo modelo agro-industrial. Basada en una mezcla de saberes locales y científicos, la agroecología apunta a principios más que a recetas; procura la transformación del sistema alimentario hacia un aumento de la diversidad, el rediseño de los agroecosistemas, sobre la base de los recursos locales y la naturaleza, y fomenta los movimientos sociales en torno a la producción familiar. Pese a que abundan las evidencias que confirman sus beneficios y tiene el respaldo de una amplia gama de organizaciones en todo el mundo, la agroecología aún no se practica en amplios territorios. Las barreras que han sido identificadas, generalmente, tienen que ver con la falta de organización, a políticas adversas; así como afirmaciones equivocadas con respecto a su eficiencia, falta de acceso a los recursos por los campesinos y la pobreza extrema, entre otras. No obstante, hay mucha información que todavía no conocemos sobre el porqué hay territorios donde la agroecología florece y otros donde no. Esta investigación pretende contribuir a entender mejor cómo la agroecología florece en algunos territorios a pesar de que todas las circunstancias parecen ir en contra. Este es el caso del territorio Maya-Achí, Guatemala, una región que pese a la marginación y represión histórica, la falta de tierras y con una política hostil, alberga un movimiento agroecológico importante. A partir de métodos etnográficos muestro diversas motivaciones de las familias campesinas para el cultivo agroecológico y documento el papel de decenas de organizaciones gubernamentales y de la sociedad civil que desde hace algunos años promueven la agroecología. Mis conclusiones sugieren que la fuerte relación entre la agroecología y la cultura ancestral Achí es una de las principales motivaciones para practicar la agroecología. Muchas de las prácticas agrícolas ancestrales se enfocan en mantener la agrobiodiversidad y un suelo vivo y sano, lo que les permite mantener una vida digna, el Utziil k’asleem, para caminar el territorio en armonía y fortalecer los lazos con sus vecinos. Es de celebrar que la mayoría de las organizaciones que trabajan en la zona han dejado atrás la agricultura basada en agroquímicos y promueven prácticas agroecológicas. Lamentablemente, la mayoría de estas siguen ignorando las prácticas y conocimientos locales, y promueven recetas de otros lugares. Las familias campesinas Maya-Achí son grandes experimentadoras y les gusta probar nuevas prácticas ante el cambio climático y sus nuevos estilos de vida, pero también se cansan de probar técnicas que requieren mucho trabajo o inversión económica que luego descubren no están adaptadas a sus suelos, clima y modos de vida, y que podrían provocar una erosión cultural en el territorio. Es sorprendente que a cuarenta años del trabajo de Efraín Hernández X. en México, reclamando partir de los saberes campesinos, y de las primeras publicaciones sobre la agroecología a nivel internacional, debemos seguir insistiendo que para una masificación agroecológica exitosa no debemos olvidar que la agroecología se basa en principios, no en recetas, y que es fundamental el diálogo de saberes considerando primero los saberes y condiciones locales. Urge pues tomar acciones en la formación de técnicos, cuadros de organizaciones agrícolas y promotores agroecológicos para que la agroecología florezca en nuestros territorios.

Saved in:
Bibliographic Details
Main Authors: Einbinder Looney, Nathan Doctor autor 21720, Morales, H. Doctora directora 5470, Ferguson, Bruce G. Doctor 1967- asesor 5468, Aldasoro Maya, Elda Miriam Doctora asesora 12523, Nigh Nielsen, Ronald asesor 12450, Mier y Terán Giménez Cacho, Mateo Doctor asesor 13299
Format: Texto biblioteca
Language:spa
Published: San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México El Colegio de la Frontera Sur 2020
Subjects:Agroecología, Achíes, Conocimiento tradicional, Desarrollo agrícola, Frosur,
Tags: Add Tag
No Tags, Be the first to tag this record!
Description
Summary:En las últimas dos décadas la agroecología ha sido reconocida como una alternativa viable al destructivo modelo agro-industrial. Basada en una mezcla de saberes locales y científicos, la agroecología apunta a principios más que a recetas; procura la transformación del sistema alimentario hacia un aumento de la diversidad, el rediseño de los agroecosistemas, sobre la base de los recursos locales y la naturaleza, y fomenta los movimientos sociales en torno a la producción familiar. Pese a que abundan las evidencias que confirman sus beneficios y tiene el respaldo de una amplia gama de organizaciones en todo el mundo, la agroecología aún no se practica en amplios territorios. Las barreras que han sido identificadas, generalmente, tienen que ver con la falta de organización, a políticas adversas; así como afirmaciones equivocadas con respecto a su eficiencia, falta de acceso a los recursos por los campesinos y la pobreza extrema, entre otras. No obstante, hay mucha información que todavía no conocemos sobre el porqué hay territorios donde la agroecología florece y otros donde no. Esta investigación pretende contribuir a entender mejor cómo la agroecología florece en algunos territorios a pesar de que todas las circunstancias parecen ir en contra. Este es el caso del territorio Maya-Achí, Guatemala, una región que pese a la marginación y represión histórica, la falta de tierras y con una política hostil, alberga un movimiento agroecológico importante. A partir de métodos etnográficos muestro diversas motivaciones de las familias campesinas para el cultivo agroecológico y documento el papel de decenas de organizaciones gubernamentales y de la sociedad civil que desde hace algunos años promueven la agroecología. Mis conclusiones sugieren que la fuerte relación entre la agroecología y la cultura ancestral Achí es una de las principales motivaciones para practicar la agroecología. Muchas de las prácticas agrícolas ancestrales se enfocan en mantener la agrobiodiversidad y un suelo vivo y sano, lo que les permite mantener una vida digna, el Utziil k’asleem, para caminar el territorio en armonía y fortalecer los lazos con sus vecinos. Es de celebrar que la mayoría de las organizaciones que trabajan en la zona han dejado atrás la agricultura basada en agroquímicos y promueven prácticas agroecológicas. Lamentablemente, la mayoría de estas siguen ignorando las prácticas y conocimientos locales, y promueven recetas de otros lugares. Las familias campesinas Maya-Achí son grandes experimentadoras y les gusta probar nuevas prácticas ante el cambio climático y sus nuevos estilos de vida, pero también se cansan de probar técnicas que requieren mucho trabajo o inversión económica que luego descubren no están adaptadas a sus suelos, clima y modos de vida, y que podrían provocar una erosión cultural en el territorio. Es sorprendente que a cuarenta años del trabajo de Efraín Hernández X. en México, reclamando partir de los saberes campesinos, y de las primeras publicaciones sobre la agroecología a nivel internacional, debemos seguir insistiendo que para una masificación agroecológica exitosa no debemos olvidar que la agroecología se basa en principios, no en recetas, y que es fundamental el diálogo de saberes considerando primero los saberes y condiciones locales. Urge pues tomar acciones en la formación de técnicos, cuadros de organizaciones agrícolas y promotores agroecológicos para que la agroecología florezca en nuestros territorios.