Evaluación de la dinámica del uso de la tierra y cuantificación de carbono azul en bosques de manglar del Golfo de Guayaquil, Ecuador

Los ecosistemas de manglar proveen un amplio rango de servicios ecosistémicos incluyendo el ciclaje de nutrientes, la formación del suelo, producción de recursos maderables y almacenamiento de carbono, entre otros. Dentro de estos ecosistemas, la alta densidad de la vegetación conjuntamente con la degradación anaeróbica ha resultado en que los suelos sean importantes sumideros de carbono a largo plazo. Sin embargo, la mayoría de las investigaciones sobre la estimación de C se han enfocado más en ecosistemas tropicales terrestres. En este sentido, es relevante reportar existencias de C en bosques de mangle para evidenciar su potencial en la mitigación del cambio climático. Se cuantificaron las densidades de carbono en manglares y camaroneras del Golfo de Guayaquil, Ecuador. Adicionalmente, se caracterizó la dinámica de uso y cobertura de suelo en 1985, 2003 y 2017 y se proyectó un mapa de áreas de manglar y camaroneras (uso acuícola destinado al cultivo de camarón) al 2030. Los dos estratos de manglar presentaron densidades de C de 320,95 Mg C ha-1 y 419,45 Mg C ha-1, respectivamente, mientras que las camaroneras tuvieron densidades menores, de 81,91 Mg C ha-1. Los suelos de manglar representaron el 80% de las existencias de carbono (C) a nivel de ecosistema lo que recalca la importancia de estos sistemas como sumideros de carbono. Desde 1985 hasta 2003 se perdieron 23 000 ha por la conversión de manglares a camaroneras, con una tasa de deforestación del 1% anual. Esto provocó la emisión de 24 millones de CO2e. Esta realidad fue provocada por el incumplimiento de las leyes que amparaban la protección del manglar y por la falta de regulaciones sobre la expansión de camaroneras. Por otro lado, del 2003 a 2017, 8 608 ha fueron convertidas de manglar a camaronera con una tasa de deforestación de 0,3% y hubo una remoción de 3 millones de CO2 de la atmósfera. La disminución de pérdida de manglar se debe a que el Ministerio del Ambiente del Ecuador declaró a este ecosistema como frágil al cambio de uso y por la entrega de concesiones a las comunidades que se benefician de los servicios provenientes del manglar. Proyectamos que, según tendencias del periodo 2003 - 2017, en el 2030 habrán 139 165 ha de manglar y 163 322 ha de camaroneras. Estos resultados se obtuvieron a partir de patrones de expansión del manglar en agua y regeneración en camaroneras, así como de expansión de camaroneras a otros usos de suelo. Los escenarios usados se enfocaron en la recuperación del manglar por el cumplimiento de medidas de protección y por la prohibición de expansión de camaroneras. Se espera que esta información sirva como línea base para completar presentes y futuras estimaciones de carbono a nivel de país y nivel global. Por otro lado, la información servirá como evidencia para incluir a estos ecosistemas en planes de manejo y conservación del manglar.

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Bibliographic Details
Main Authors: 93720 Merecí Guamán, Jéssica Valeria, CATIE - Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza Turrialba, Costa Rica 3977
Format: Texto biblioteca
Language:eng
Published: Turrialba, Costa Rica CATIE 2017
Subjects:UTILIZACION DE LA TIERRA, CARBONO, AGRICULTURA, MANGLES, ECOSISTEMAS FORESTALES, SERVICIOS DE LOS ECOSISTEMAS, GENESIS DEL SUELO, APROVECHAMIENTO DE LA MADERA, MITIGACIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO, DEFORESTACION, VEGETACION, FOTOSINTESIS, URBANIZACION, PLANES DE ACCION,
Online Access:http://hdl.handle.net/11554/8699
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Description
Summary:Los ecosistemas de manglar proveen un amplio rango de servicios ecosistémicos incluyendo el ciclaje de nutrientes, la formación del suelo, producción de recursos maderables y almacenamiento de carbono, entre otros. Dentro de estos ecosistemas, la alta densidad de la vegetación conjuntamente con la degradación anaeróbica ha resultado en que los suelos sean importantes sumideros de carbono a largo plazo. Sin embargo, la mayoría de las investigaciones sobre la estimación de C se han enfocado más en ecosistemas tropicales terrestres. En este sentido, es relevante reportar existencias de C en bosques de mangle para evidenciar su potencial en la mitigación del cambio climático. Se cuantificaron las densidades de carbono en manglares y camaroneras del Golfo de Guayaquil, Ecuador. Adicionalmente, se caracterizó la dinámica de uso y cobertura de suelo en 1985, 2003 y 2017 y se proyectó un mapa de áreas de manglar y camaroneras (uso acuícola destinado al cultivo de camarón) al 2030. Los dos estratos de manglar presentaron densidades de C de 320,95 Mg C ha-1 y 419,45 Mg C ha-1, respectivamente, mientras que las camaroneras tuvieron densidades menores, de 81,91 Mg C ha-1. Los suelos de manglar representaron el 80% de las existencias de carbono (C) a nivel de ecosistema lo que recalca la importancia de estos sistemas como sumideros de carbono. Desde 1985 hasta 2003 se perdieron 23 000 ha por la conversión de manglares a camaroneras, con una tasa de deforestación del 1% anual. Esto provocó la emisión de 24 millones de CO2e. Esta realidad fue provocada por el incumplimiento de las leyes que amparaban la protección del manglar y por la falta de regulaciones sobre la expansión de camaroneras. Por otro lado, del 2003 a 2017, 8 608 ha fueron convertidas de manglar a camaronera con una tasa de deforestación de 0,3% y hubo una remoción de 3 millones de CO2 de la atmósfera. La disminución de pérdida de manglar se debe a que el Ministerio del Ambiente del Ecuador declaró a este ecosistema como frágil al cambio de uso y por la entrega de concesiones a las comunidades que se benefician de los servicios provenientes del manglar. Proyectamos que, según tendencias del periodo 2003 - 2017, en el 2030 habrán 139 165 ha de manglar y 163 322 ha de camaroneras. Estos resultados se obtuvieron a partir de patrones de expansión del manglar en agua y regeneración en camaroneras, así como de expansión de camaroneras a otros usos de suelo. Los escenarios usados se enfocaron en la recuperación del manglar por el cumplimiento de medidas de protección y por la prohibición de expansión de camaroneras. Se espera que esta información sirva como línea base para completar presentes y futuras estimaciones de carbono a nivel de país y nivel global. Por otro lado, la información servirá como evidencia para incluir a estos ecosistemas en planes de manejo y conservación del manglar.