Debilitamiento de la moral

Nunca se ha hablado más de moral y de valores éticos y nunca se ha claudicado más de la verdadera vida moral y de sus valores, como en nuestro tiempo. Lo más grave de nuestra situación no es la falta de sujeción a las normas morales, el pecado mismo, sino el desconocimiento y la disolución de tales normas. Antes se pecaba, pero se reconocía que se pecaba; ahora se peca y se pretende negar el pecado, porque se niega la vigencia de los principios morales. Tal gravedad aumenta, porque tales teorías amorales no quedan encerradas en pequeños grupos filosóficos, sino que son llevados al teatro, a la literatura, al cine y a los grandes medios de difusión y van penetrando y encarnándose en la conciencia del pueblo, quitando validez a las normas morales trascendentes al individuo y, con ello, apagando la conciencia de pecado. La moral queda reducida a un valor o norma subjetiva que cada uno libremente elige de acuerdo a su manera de ser y a la situación en que le toca actuar, y, por eso, nadie puede juzgar la conducta de otro. La ética es sólo una elección libre que cada uno hace de lo que quiere ser, sin imposición alguna objetiva y menos absoluta. A lo más está basada en un vago sentimentalismo, en la solidaridad y en el amor a los demás, pero carece de toda obligatoriedad. En este terreno las palabras pierden ya su sentido unívoco o análogo y así, mientras se quiere borrar los principios que condenan las claudicaciones morales más graves y más repugnantes a la naturaleza, especialmente en lo referente a lo sexual -cuyo ámbito se lo quiere mantener ajeno a toda norma, como se ve, por eso, en las obras de Sartre o de Le Camus- se sigue hablando hipócritamente de valores y de conducta moral. Diríamos que aún se conserva el lenguaje moral y se habla en sus términos, porque el bien moral es en sí mismo algo naturalmente valioso para los hombres; pero tales palabras han perdido su genuina significación y tras ellas se oculta un real amoralismo, que tiende a destruir todo límite entre lo lícito y lo ilícito, y a borrar toda conciencia de culpa. Bastaría recordar qué significa "pecado”, "llamado de la conciencia", etc., en Heidegger, o qué es valor en Sartre y qué alcance moral puede conservar aún su moral de la situación...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Derisi, Octavio Nicolás
Formato: Artículo biblioteca
Idioma:spa
Publicado: Pontificia Universidad Católica Argentina. Facultad de Filosofía y Letras 1963
Materias:CRISTIANISMO, MORAL,
Acceso en línea:https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/14196
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