Liberalismo, comunitarismo, realismo : en busca de la tercera vía

Resumen: No parece que sea necesario argumentar mucho para sostener que el liberalismo es la filosofía política —y en general, la ética— predominante en Occidente desde la década de los '80; en efecto, se trata de la perspectiva supuesta, explícita o implícitamente, por la enorme mayoría de los ensayos de filosofía práctica presentados desde entonces; además, aquellos modelos de filosofía moral que se anuncian como no-liberales se construyen casi siempre en oposición dialéctica con el liberalismo, y no dejan de compartir muchas de sus afirmaciones. Desaparecido el marxismo como referente intelectual válido y actuante en el pensamiento occidental, las diferentes versiones liberales han pasado a ocupar el centro de la arena en las disputas intelectuales acerca del modo adecuado de vida de los hombres y, en especial, de su convivencia política y de su regulación jurídica. Muestra acabada de ello es que la propuesta de filosofia práctica de John Rawls, opus magnum del liberalismo contemporáneo, aparece como el punto de referencia inexcusable en casi todos los debates morales y políticos de nuestros días'. Esta versión contemporánea del liberalismo puede ser caracterizada según tres rasgos principales: uno referido a su noción del sujeto moral, otro concerniente a su visión de la ética y el tercero centrado en su teoría de la justicia o de los principios básicos de la organización social y política. En lo que respecta a su noción del sujeto, ésta resulta de atribuir la autonomía pensada originariamente por Kant para el sujeto racional, al sujeto utilitario propio del utilitarismo empirista; de este modo, la capacidad absoluta de autonormación pasa a ser ejercida por un sujeto pensado fundamentalmente como portador de deseos, instintos e intereses, que hace uso de su auntonomía para la eficaz realización de esos impulsos. Ha sostenido a este respecto Henry Veatch, que la ética contemporánea está dominada por un paradigma según el cual los humanos son animales esencialmente apetitivos, inclinados a la satisfacción de un infinita variedad de deseos, impulsos e inclinaciones, cualesquiera que ellos sean, con la única condición de que hayan sido elegidos libremente'. Este sujeto construye con su razón la moral para hacer posible la máxima satisfación de sus deseos e intereses, con la única limitación, basada a su vez sólo en el autointerés, de no afectar directamente a los deseos e intereses de los demás.

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Bibliographic Details
Main Author: Massini Correas, Carlos I.
Format: Artículo biblioteca
Language:spa
Published: Pontificia Universidad Católica Argentina. Facultad de Filosofía y Letras 2001
Subjects:LIBERALISMO, FILOSOFIA PRACTICA, OCCIDENTE, ETICA, JUSTICIA SOCIAL, COMUNITARISMO, SOLIDARIDAD,
Online Access:https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/12629
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