El plomo como elemento tóxico en los animales domésticos y silvestres

"Los minerales y los elementos traza se encuentran en el organismo en un gran número de formas químicas, como iones y sales orgánicas o como constituyentes de moléculas orgánicas, como por ejemplo las proteínas, las grasas, los carbohidratos y los ácidos nucleicos. Los minerales que son considerados para el organismo como esenciales en la dieta son el sodio, el potasio, el cloro, el calcio, el magnesio, el fósforo, el hierro, el zinc, el magnesio, el selenio, el yodo, el cromo, el cobalto, el molibdeno, el flúor, y el boro. Otra parte de elementos químicos que se encuentran en los alimentos como el aluminio, el estroncio, el plomo, el mercurio, el cadmio y el arsénico, entre otros, son altamente tóxicos, considerándose no esenciales [1]. Los metales tóxicos como el plomo pueden encontrarse en un gran número de alimentos de diversa índole, ya sean vegetales o animales. Algunas de las fuentes son la carne, los alimentos enlatados, los vegetales, algunos jugos comerciales, el agua y la leche, considerándose a esta última como uno de los elementos más importantes dentro de la alimentación humana, ya que constituye en la mayoría de las sociedades y culturas mundiales un alimento esencial en la dieta diaria [2]. El plomo no tiene una función biológica útil en el hombre a pesar de estar presente en la dieta y en el ambiente humano [3, 4] . El incremento de la concentración de alguno de los metales por encima de los límites permitidos puede causar efectos tóxicos. La gravedad del efecto tóxico depende de la naturaleza, la cantidad, la forma química del metal, el alimento, la concentración del elemento y de la sinergia y del antagonismo de sus efectos con otros compuestos o elementos químicos [5]. 11 El plomo es un toxico ambiental y no solo es muy dañino para humanos, sino también para los animales domésticos tales como el ganado vacuno, cerdos y caballos, encontrándose que sus efectos sobre el ganado son económicamente importantes para los productores de ganado y en últimos términos para los humanos, ya que al consumir alimentos de origen animal se reflejan sus efectos dañinos en su salud [6, 7]. Las condiciones de ductilidad y maleabilidad del plomo han hecho que este metal haya sido utilizado por el hombre desde la más remota antigüedad. Sus efectos fueron descritos por Nicander, un poeta griego quien escribió sobre una enfermedad conocida como saturnismo, causada por una intoxicación aguda. Y se le llamó saturnismo porque la alquimia consideraba al plomo como el origen de todos los metales, y por ello fue dedicado al Dios Saturno, considerando en la mitología como el primero de los dioses. Hipócrates en el siglo V a. C. describe el cólico saturnino como síntoma de la intoxicación con plomo. Hay también referencias de la intoxicación por el plomo en rollos de papiros en el antiguo Egipto, 4,000 años a. C. También se sabe que los fenicios extraían plomo para moldear, también se utilizó para vidriar la cerámica y para la fabricación de utensilios para hervir y cocinar alimentos. El envenenamiento por plomo llego a ser una plaga en Europa y más tarde en América durante los siglos 15, 16, 17 y 18, sin embargo, no fue sino hasta el siglo 16 que el envenenamiento por plomo reaparece en la literatura médica en la descripción de Paracelsus de lo que llamo “la enfermedad de los mineros” [3, 8]. De color azul-grisáceo, el plomo se obtiene principalmente a partir de la galena donde se encuentra en forma de sulfuro de plomo. Su punto de fusión es a 327ºC y el punto de ebullición a 1,525ºC. A partir de 500ºC, la emisión de vapores de plomo es ya importante y por tanto lo es su toxicidad. Actualmente la toxicidad no sólo se extiende a los ambientes laborales en 12 que se utiliza este metal, sino que llega también a ser un elemento importante de la contaminación ambiental debido fundamentalmente, al empleo del plomo tetraetilo y plomo tetrametilo como antidetonante en los carburantes de los automóviles [1, 3, 4, 9-11]. Debido a esto, en los últimos 10 a 5 años se han dictado en los países más industrializados, normas cada vez más restrictivas sobre la utilización del plomo en la gasolina, llegando a disminuir su concentración en el aire, en torno al 50% según estudios europeos llevados a cabo en el periodo 1979-89 [12]. La disminución de plomo ambiental junto con los progresos hechos en el campo de la prevención, ha reducido fuertemente la importancia de las exposiciones al metal a causa de la profesión, lo que ha permitido obtener conocimientos más precisos sobre los efectos producidos a dosis bajas, tanto en la población general como en la población laboral. Estos estudios han puesto en evidencia nuevos problemas, lo que ha llevado a algunos autores a proponer una revisión de los actuales modelos de conocimiento y de prevención para el plomo, con el fin de adaptarlos a las nuevas condiciones de exposición y a los conocimientos más recientes sobre los efectos debidos a los actuales niveles de absorción del metal [1, 12-14]. En México, como en muchos otros países de América, la exposición al plomo con efectos deletéreos sobre la salud humana permanece aún como una amenaza. En nuestro país, el contenido de plomo en diversas muestras ambientales y los niveles en sangre y leche de mujeres, han sido observados en algunos grupos sociales, indicando que la exposición a este metal es todavía un problema considerable en la población mexicana. Se ha demostrado que los factores de mayor predicción a los altos niveles de plomo sanguíneo son de carácter sociodemográfico, e incluyen: la exposición al tráfico vehicular, el uso de loza vidriada, el hábito de la pica, el lugar de residencia, las fundidoras de metal, el tabaquismo y el consumo de jugo de 13 naranja y leche, siendo el uso de loza vidriada, el consumo de leche y el consumo de jugo de naranja, los mayores predictores de los niveles de plomo sanguíneo en mujeres residentes de la ciudad de México [13, 15]. A pesar de su importancia en la salud pública, hacen falta estudios acerca del papel que la leche de vaca juega como vehículo para el plomo, así como también un enfoque más detallado de los posibles vehículos que hacen que esta se contamine desde el suelo hasta que llega a la mesa de los consumidores, y su consecuente importancia en la intoxicación por este metal, no solo de esta sino también de otros alimentos en los cuales se debe realizar de manera rutinaria [16-19]. Ya que en estudios realizados en leche pasteurizada se han encontrado niveles mayores a los límites permisibles según la legislación nacional e internacional"

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Bibliographic Details
Main Author: Hernández Contreras, Juan Antonio
Other Authors: Rodríguez Martínez, Rafael
Format: Tesis de licenciatura biblioteca
Language:Español
Subjects:Toxicocinética, Efectos, Propiedades fisicoquímicas, Usos, Contaminación, Absorción en organismo, Neurotoxicología, Hematoxicología, CIENCIAS AGROPECUARIAS Y BIOTECNOLOGÍA,
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