Coyuntura macrosectorial, agosto 2002.

Entre proyecciones cada vez menos optimistas y recetas cada vez menos convincentes, los organismos internacionales han augurado un magro desempeño económico mundial para este año. Los analistas han vuelto a bajar la estimación de crecimiento para los Estados Unidos, país que mantiene un déficit comercial que ha conducido a una depreciación de su moneda y que, a pesar de las sucesivas bajas en la tasa de interés, no ha logrado reactivar la inversión y la demanda interna.En este contexto, el Fondo Monetario Internacional-FMI- ha destacado el comportamiento económico chileno; no obstante que algunos de sus directivos han planteado la necesidad de "flexibilizar" el mercado laboral y acelerar el proceso de privatizaciones. La Central Unitaria de Trabajadores-CUT- ha señalado que no está disponible para negociar condiciones que signifiquen un menoscabo o merma en los derechos de los empleados. Para no generar malos entendidos, vale la pena aclarar que la palabra "flexibilizar" tiene significados distintos según se refiera a los mercados de capitales y del trabajo. En el primer caso, se trata de eliminar cualquier barrera que restrinja los movimientos nacionales e internacionales de capitales, esos que han desestabilizado a algunos países. En el caso de la mano de obra, no se pretende que ésta pueda desplazarse sin restricciones entre las diferentes naciones: aquí la palabra indica que debe haber menos regulaciones a los contratos laborales que pacten las partes.En la reunión entre el Presidente de la República y los empresarios, efectuada en un centro de estudios, éstos plantearon al mandatario si prefería la Agenda Social o la Agenda Pro Crecimiento. Proponer como alternativas irreconciliables estas dos líneas de acción conduce a un conflicto de difícil resolución. El lenguaje empresarial muestra una evolución en el diagnóstico que pasa desde la crisis de confianza hacia la falta de liderazgo. La respuesta de la autoridad fue un enérgico llamado a trabajar unidos en bien de todos los chilenos. La cita contó con la presencia de destacados economistas chilenos, entre los que se contó la del profesor de la Universidad de Yale, Eduardo Engel, quien sostuvo que, para potenciar el crecimiento de la economía nacional, es necesario mejorar la transparencia de la información y aumentar el grado de competencia en los mercados.Otro connotado economista estuvo de visita en Chile en estos días. Se trata del Premio Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz, Éste defendió la conducción económico-social del país, destacando que parte del éxito y la estabilidad nacional se deben a la adopción de políticas que apuntan a mejorar la red de seguridad social y reducir la pobreza. El economista estadounidense criticó las recetas del FMI y aseguró que la flexibilización del mercado laboral no soluciona el problema del desempleo, argumentando que los países latinoamericanos que tienen flexibilidad no han bajado sus índices de desocupación.Siguiendo con los economistas, el Presidente del Banco Central de Chile, Carlos Massad, admitió que, pese a los sucesivos recortes en la tasa de interés (han habido seis en este año, quedando la tasa situada en 3%), la política monetaria presenta limitaciones para dinamizar la economía. En efecto, las cifras del primer semestre indican que el Producto Interno Bruto-PIB- creció 1,6%, en relación con igual período de 2001, pero en ese mismo porcentaje se contrajo la demanda interna.La agricultura experimentó un crecimiento de 4,9% en el segundo trimestre, con lo cual el producto sectorial acumuló un alza de 4,1% en el primer semestre, tasa bastante superior a la media nacional. Contribuyeron a estos favorables resultados el significativo aumento de la actividad frutícola, mejores rendimientos y mayor producción en los cultivos anuales, y un buen desempeño de la silvicultura. El subsector pecuario culminó con un moderado crecimiento, registrando bajas en bovinos y aves, en tanto que la producción de porcinos aumentó.Los indicadores de la industria agroprocesadora arrojan resultados consistentes con la información anterior. Al comparar el primer semestre de 2002 con el del año anterior, se aprecia un alza de 5,2% para el índice de producción física y de 2,2% para el índice de ventas físicas. Estos mismos indicadores dan cuenta de un comportamiento menos auspicioso para la industria manufacturera en su conjunto: 0,5% de aumento en producción y una caída de 0,1% en las ventas. La industria de la madera y la fabricación de productos alimenticios fueron las más dinámicas.Volviendo a la agricultura como actividad primaria, es posible constatar que ésta continúa siendo una actividad fundamental en términos del empleo de mano de obra. En el trimestre abril - junio de 2002 el sector ocupó a 677 mil personas, lo que representa cerca del 13% de la fuerza de trabajo ocupada a nivel país. La tasa de desocupación agrícola fue 7,9% en el trimestre mencionado, lo que se compara favorablemente con el 9,5% que alcanzó el desempleo nacional.

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Bibliographic Details
Main Author: Gumucio A., María Amalia
Other Authors: Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa)
Format: Boletines biblioteca
Language:Español
Published: 2002-08-30
Subjects:INDICADORES ECONOMICOS, EMPLEO, PIB,
Online Access:https://hdl.handle.net/20.500.12650/69459
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