El tabaco en un mundo de contradicciones.

La industria del tabaco es un sector que, prácticamente desde su introducción masiva en el mundo occidental, ha sido motivo de contradicciones. En ciertos momentos se atribuyeron efectos positivos a su consumo, permitiéndole una fuerte expansión. Hoy está en una fase de contracción, dada una negativa percepción social sobre la industria. En la mayoría de los países se le aplican altas tasas impositivas, para restringir su consumo; sin embargo, no se limita su producción, debido a su contribución tributaria y a la importancia económica que tiene para muchos países. Los países desarrollados, en su conjunto, presentan situaciones controversiales. Por ejemplo, Estados Unidos restringe el cultivo de tabaco en su territorio, pero no pone objeciones para que la industria desplace su producción hacia los países en desarrollo. En tanto, la Unión Europea (UE), a pesar del costo social en salud que declara debe asumir como consecuencia del consumo de tabaco, entrega subsidios directos a los cultivadores de tabaco para mantener la industria. En la actualidad, a nivel internacional, la principal contradicción se establece entre la industria tabacalera y la Organización Mundial de la Salud (OMS), por las directrices que entrega esta última en su Convenio Marco para el Control del Tabaco, referidas a los efectos nocivos sobre la salud humana derivados de su consumo. Siguiendo las orientaciones de la OMS, varios países han adoptado legislaciones que restringen tanto el consumo como el cultivo. En contraposición a estas medidas, la industria del tabaco resalta los efectos negativos que tendría la aplicación de estas limitaciones sobre la economía, tanto de países en desarrollo como desarrollados, en especial en los sectores campesinos. Ante las cifras de mortalidad asociadas al hábito de fumar, la industria del tabaco opone cifras de producción y empleo. Por ejemplo, señala que el tabaco es el cultivo no alimenticio más ampliamente difundido en el mundo, en alrededor de cien países, y en él trabajarían más de 40 millones de personas, más 1,2 millones en las actividades de producción de cigarros y cigarrillos, y unos 20 millones de trabajadores en industrias caseras y del sector informal.

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Bibliographic Details
Main Author: Traub R., Alfonso
Other Authors: Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa)
Format: Artículos biblioteca
Language:Español
Published: 2009-04-01
Subjects:TABACO, CULTIVOS INDUSTRIALES, SALUD, MEDIDAS SANITARIAS, SUPERFICIE SEMBRADA, PRODUCCION MUNDIAL, CONSUMO, PRODUCCION AGRICOLA, RENDIMIENTO DE CULTIVOS, VARIEDADES, PRECIOS AL PRODUCTOR, EXPORTACIONES AGRICOLAS, IMPORTACIONES AGRICOLAS, SEGURO AGRARIO,
Online Access:https://hdl.handle.net/20.500.12650/3068
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