Inculturar el crecimiento

Introducción: Continuando con la reflexión del autor sobre la espiritualidad evangelizadora descubrimos como ella llama a una penetración progresiva en la cultura local de la que se trate, dentro de un proceso de crecimiento. En el proceso de inculturación se deben revisar los elementos culturales que, según los criterios evangélicos, podrían ser superados. Por ejemplo, todas aquellas costumbres que conllevan conductas discriminatorias hacia ciertos sectores sociales (la mujer, los extranjeros, etc.); pues entendemos que toda cultura está llamada a crecer. Cuando la Iglesia entra en comunión con una cultura la enriquece al mismo tiempo que se enriquece (cf GS 58c). Esto implica que el evangelizador, al inculturar su espiritualidad, no es solamente receptivo, sino que también aporta algo a la cultura de su pueblo, lo enriquece. Si se trata de una cultura no cristiana le ofrece la luz del Evangelio. ¿Pero qué aportará cuando ya están inculturados muchos valores cristianos y una espiritualidad popular, como la de nuestros pobres? El reconocimiento de que ese pueblo está llamado a crecer y a enriquecerse más todavía con la vida de la gracia y con la luz del Evangelio, procurando generar más belleza en sus rasgos para que Cristo resplandezca todavía más en ese lugar.

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Auteur principal: Fernández, Víctor Manuel
Format: Artículo biblioteca
Langue:spa
Publié: San Pablo 2003
Sujets:TEOLOGIA ESPIRITUAL, TEOLOGIA MORAL, FORMACION PERMANENTE, ESPIRITUALIDAD,
Accès en ligne:https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/7812
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