De la mortalidad del hombre : un caso de filosofar cristiano

Resumen: A tal punto parece haberse llegado a trivializar la muerte en el mundo violento que estamos viviendo, que morir ya es casi un simple hecho empírico, un mero cesar de existir y cuya importancia parece agotarse en las estadísticas o poco más: tanta es la desaprensión con que los hombres juzgan a menudo la vida del hombre; y la difusión que a ello dan los medios de comunicación masiva llegan a endurecernos al punto que sólo los «grandes números» conmueven. Situación ésta de tal modo corruptora que a poco que nos descuidemos, nos retrotrae a desolador estado, especialmente si recordamos a aquellos filósofos para quienes la misma filosofía era una «meditatio mortis» (Platón), o una «commentatio mortis» (Cicerón); o, al menos, su «genio inspirador» (Schopenhauer). Y esta importancia concedida a la muerte por la importancia que para ellos tenía la filosofía, es bien explicable.

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Bolzán, Juan Enrique
Formato: Artículo biblioteca
Idioma:spa
Publicado: Pontificia Universidad Católica Argentina. Facultad de Filosofía y Letras 1996
Materias:FILOSOFIA CRISTIANA, MUERTE, HOMBRE,
Acceso en línea:https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/12933
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Descripción
Sumario:Resumen: A tal punto parece haberse llegado a trivializar la muerte en el mundo violento que estamos viviendo, que morir ya es casi un simple hecho empírico, un mero cesar de existir y cuya importancia parece agotarse en las estadísticas o poco más: tanta es la desaprensión con que los hombres juzgan a menudo la vida del hombre; y la difusión que a ello dan los medios de comunicación masiva llegan a endurecernos al punto que sólo los «grandes números» conmueven. Situación ésta de tal modo corruptora que a poco que nos descuidemos, nos retrotrae a desolador estado, especialmente si recordamos a aquellos filósofos para quienes la misma filosofía era una «meditatio mortis» (Platón), o una «commentatio mortis» (Cicerón); o, al menos, su «genio inspirador» (Schopenhauer). Y esta importancia concedida a la muerte por la importancia que para ellos tenía la filosofía, es bien explicable.