La misteriosa desaparición y larga jornada del cerebro de Albert Einstein

El 18 de abril de 1955 falleció en el Hospital de la Universidad de Princeton, N.J., por ruptura de un aneurisma de la aorta abdominal el famoso científico Albert Einstein. Para evitar que su tumba se convirtiera en una especie de sitio turístico, y contrariando los principios de la fe judía, que prohíbe la cremación, Einstein había dispuesto que su cuerpo fuera cremado y sus cenizas arrojadas a un río cercano, lo que se efectuó al día siguiente de su muerte; sin embargo, el patólogo que efectuó la autopsia conservó el cerebro para estudiarlo y huyó. Se mantuvo escondido durante 40 años hasta que fue localizado y después de una larga jornada, regresó lo que quedaba del tejido cerebral al Departamento de Patología del hospital de la Universidad de Princeton.

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Auteur principal: Cervantes Castro,Jorge
Format: Digital revista
Langue:Spanish / Castilian
Publié: Asociación Mexicana de Cirugía General A.C. 2012
Accès en ligne:http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-00992012000400010
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