Editorial. The Government of President Uribe Leaves Us an Important Legacy

El Gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez (2002-2010) tuvo una importante trascendencia para el sector palmero colombiano. Primero, por el restablecimiento de las condiciones de seguridad y confianza en el campo, que permitió a los productores regresar a sus fincas y así recuperar las riendas de la administración de sus plantaciones. Segundo, por el conjunto de políticas adoptadas que representó, en forma clara, un compromiso del Estado para afianzar el desarrollo sostenible de la palma de aceite en Colombia. El deterioro prolongado de las condiciones de convivencia en el campo colombiano, que avanzó contundentemente durante la década de los noventa, en especial en las zonas más apartadas donde se cultiva la palma de aceite, conllevó el descenso en el ritmo de inversiones en siembras de nuevos cultivos, las cuales descendieron a poco más de 4.600 hectáreas por año. La inseguridad rural en ascenso, con la secuela de masacres, el desplazamiento forzado, la extorsión, el secuestro, el robo de insumos, entre otras angustias, configuraron un entorno poco propicio para la inversión productiva. El Gobierno Nacional, previendo un agotamiento de las reservas energéticas del país y en medio de la crisis desatada por los altos precios del petróleo, optó por apostarle al desarrollo de los combustibles provenientes de fuentes renovables, con el objeto de diversificar la canasta energética y lograr autosuficiencia, promover el empleo rural, mejorar la calidad del aire en las ciudades y ahorrar divisas. Fue así como se promovió, entre otros, la producción y uso del biodiésel de palma en todo el territorio nacional. Se tomaron determinaciones fundamentales para materializar las oportunidades que, en este sentido, el cultivo ofrece al campo y al desarrollo agroindustrial colombiano. El gobierno Uribe otorgó un decidido impulso a las siembras de palma de aceite. Los incentivos que ofrece la ley a la inversión productiva en el campo se extendieron a cultivos permanentes como la palma de aceite. Adicionalmente, como parte de las estrategias para preparar al sector para el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, se estableció una línea especial de crédito de largo plazo para reconversión productiva en condiciones acordes al ciclo de maduración de este cultivo. De esta manera, el área sembrada con palma de aceite se duplicó, pasando de 181.700 a más de 360.000 hectáreas, lo que representa una inversión cercana a los US$650 millones. De importancia fundamental resulta el apoyo del Gobierno en la Ley del Plan de Desarrollo de la segunda administración del Presidente Uribe para el fortalecimiento del financiamiento de la investigación científica y tecnológica en palma de aceite. Lo anterior permitió el incremento de 1 a 1,5% de la Cuota de Fomento Palmero, para reforzar la búsqueda de soluciones a los problemas apremiantes del sector y fortalecer la gestión para el mejoramiento de la competitividad y sostenibilidad de la agroindustria. Sin lugar a dudas, estos recursos adicionales mejoraron no solo la capacidad de cofinanciación de proyectos de interés sectorial por parte del mismo gremio, sino que además permitieron la ampliación del alcance de los mismos.

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Bibliographic Details
Main Author: Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma)
Format: Digital revista
Language:spa
Published: Fedepalma 2010
Online Access:https://publicaciones.fedepalma.org/index.php/palmas/article/view/1474
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