Editorial. the oil palm sector urgently needs productivity improvements

La tendencia decreciente de la productividad del sector palmero colombiano es motivo de enorme preocupación. El rendimiento promedio nacional de aceite de palma por hectárea cayó 15% entre los años 2004 y 2008, pasando de un máximo de 4,1 toneladas en el primero a 3,5 en el segundo. En el corto plazo, los rendimientos de la palma de aceite dependen de múltiples factores de orden agroecológico o de circunstancias coyunturales. Sin embargo, esta caída prolongada es un reflejo de procesos más generales. Las siembras de palma se han extendido considerablemente en los últimos años, no siempre bajo esquemas gerenciales óptimos que respondan a una planificación adecuada y a la aplicación de tecnologías probadas que garanticen oportunidad y eficiencia en las labores y, ante todo, una buena nutrición y un manejo sanitario adecuado de las plantaciones. Un elemento coadyuvante al descenso de la productividad en el sector es la creciente incidencia de enfermedades y plagas, en muchos casos letales, que viene sufriendo la palma de aceite en varias zonas del país en los últimos años. Este factor no es ajeno a los problemas de manejo en los cultivos y se está convirtiendo en la principal amenaza que tiene el sector en estos momentos. Durante los dos últimos años la enfermedad Pudrición del Cogollo (PC) se propagó ampliamente en la Zona Occidental palmera, específicamente en Tumaco, afectando a más del 70% de las palmas de las 35.000 hectáreas sembradas, ocasionando una caída de 45% en su producción en 2008, la cual también contribuye a explicar la reducción en el rendimiento nacional. La velocidad con que se ha propagado la enfermedad debe prender las alarmas de todos los productores, sin excepción, para que cuiden bien sus cultivos y efectúen los tratamientos preventivos a tiempo. No atender apropiadamente un cultivo es un riesgo, no solo individual, sino para toda la comunidad palmera, dada la facilidad con que muchas enfermedades y plagas se propagan. El dinamismo en la productividad registrado en la década de los noventa estuvo asociado al estado adulto al que llegaron las siembras de finales de los años setenta y ochenta, lo que conllevó a que la edad promedio del área en producción en Colombia aumentara de 11 a 16 años entre 1991 y 2006. En cambio, ésta bajó a 14 años en 2008, como resultado de las escasas siembras realizadas en la década pasada. Es necesario acoger en Colombia la visión de los palmicultores de Malasia, denominada 35/25: 35 toneladas de racimos de fruto fresco por hectárea y una tasa de extracción de aceite de 25%, o sea, 8,75 toneladas de aceite por hectárea.

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Main Author: Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma)
Format: Digital revista
Language:spa
Published: Fedepalma 2008
Online Access:https://publicaciones.fedepalma.org/index.php/palmas/article/view/1359
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Summary:La tendencia decreciente de la productividad del sector palmero colombiano es motivo de enorme preocupación. El rendimiento promedio nacional de aceite de palma por hectárea cayó 15% entre los años 2004 y 2008, pasando de un máximo de 4,1 toneladas en el primero a 3,5 en el segundo. En el corto plazo, los rendimientos de la palma de aceite dependen de múltiples factores de orden agroecológico o de circunstancias coyunturales. Sin embargo, esta caída prolongada es un reflejo de procesos más generales. Las siembras de palma se han extendido considerablemente en los últimos años, no siempre bajo esquemas gerenciales óptimos que respondan a una planificación adecuada y a la aplicación de tecnologías probadas que garanticen oportunidad y eficiencia en las labores y, ante todo, una buena nutrición y un manejo sanitario adecuado de las plantaciones. Un elemento coadyuvante al descenso de la productividad en el sector es la creciente incidencia de enfermedades y plagas, en muchos casos letales, que viene sufriendo la palma de aceite en varias zonas del país en los últimos años. Este factor no es ajeno a los problemas de manejo en los cultivos y se está convirtiendo en la principal amenaza que tiene el sector en estos momentos. Durante los dos últimos años la enfermedad Pudrición del Cogollo (PC) se propagó ampliamente en la Zona Occidental palmera, específicamente en Tumaco, afectando a más del 70% de las palmas de las 35.000 hectáreas sembradas, ocasionando una caída de 45% en su producción en 2008, la cual también contribuye a explicar la reducción en el rendimiento nacional. La velocidad con que se ha propagado la enfermedad debe prender las alarmas de todos los productores, sin excepción, para que cuiden bien sus cultivos y efectúen los tratamientos preventivos a tiempo. No atender apropiadamente un cultivo es un riesgo, no solo individual, sino para toda la comunidad palmera, dada la facilidad con que muchas enfermedades y plagas se propagan. El dinamismo en la productividad registrado en la década de los noventa estuvo asociado al estado adulto al que llegaron las siembras de finales de los años setenta y ochenta, lo que conllevó a que la edad promedio del área en producción en Colombia aumentara de 11 a 16 años entre 1991 y 2006. En cambio, ésta bajó a 14 años en 2008, como resultado de las escasas siembras realizadas en la década pasada. Es necesario acoger en Colombia la visión de los palmicultores de Malasia, denominada 35/25: 35 toneladas de racimos de fruto fresco por hectárea y una tasa de extracción de aceite de 25%, o sea, 8,75 toneladas de aceite por hectárea.