Cebada cervecera.

Los serios problemas que han vivido en la temporada 2004/05 los productores de trigo y maíz, resultado de los bajos precios en las principales etapas del período de comercialización, han tenido como consecuencia la reacción de los productores en la búsqueda de alternativas productivas que les garanticen un cierto margen de utilidad y además un grado de estabilidad, especialmente en el momento de máxima comercialización. El cultivo de la cebada cervecera reúne una serie de condiciones que en las circunstancias actuales los productores consideran sumamente atractivas. En primer lugar, el cultivo se realiza bajo contrato, o sea, es de venta segura e inmediata una vez realizada la cosecha. En segundo lugar, en el contrato se establecen los precios por pagar en dólares y las distintas alternativas de lugares de entrega de la cosecha. En tercer lugar, en el mismo contrato se establecen bonificaciones por calidad cervecera del grano, por volumen entregado y por antigüedad como productor contratante. En resumen, el agricultor siembra un producto cuyo precio es conocido, tiene algunas alternativas de lugares de entrega y, finalmente, tiene bonificaciones, de las cuales algunas son conocidas con anterioridad a la siembra (por ejemplo, volumen y antigüedad). Por otro lado, también está influyendo favorablemente la decisión de las empresas contratantes de buscar el autoabastecimiento con producción nacional, utilizando variedades de cebada cervecera europeas (alemanas) que son consideradas como de primera línea en el ambiente de la industria cervecera internacional. Las variedades cultivadas, Barker y Scarlett, han sido probadas en las distintas regiones donde se cultiva cebada cervecera en el país y han dado pruebas de adecuada adaptación, muy buenos rendimientos y excelente calidad industrial. Según el decir de los agricultores que habitualmente contratan este cultivo, no se han presentado los problemas de antaño, en que las cosechas eran castigadas por tener mucha proteína, lo que genera una turbidez no deseada en el producto final. Se han realizado numerosos días de campo para permitir que los agricultores vayan asimilando las nuevas tecnologías. Dado lo señalado, no resulta extraña la evolución de la superficie de siembra que ha experimentado este cultivo en los últimos años, como se puede apreciar en el cuadro siguiente: En materia de rendimientos, la cebada cervecera presenta un promedio de 50 qq/ha entregados a planta. Los mejores productores alcanzan un promedio de 80 qq/ha. La cebada cervecera se exporta principalmente en la forma de malta de cebada, aunque también hay pequeños envíos de grano, en parte para semilla. En general, la malta se exporta sin tostar, de manera que el importador puede darle luego el grado de tostado que estime adecuado a su producto final. Los principales mercados para este producto nacional son Perú, Bolivia y Venezuela. También se realizan importaciones, aunque principalmente en forma de grano, parte del cual se reexporta como malta de cebada. El origen de las importaciones de grano es variado, pero suelen venir de la Unión Europea, Argentina, Australia y Canadá. En 2005 han provenido exclusivamente de la Argentina. En el caso de la malta, se importa sin tostar, principalmente de la Unión Europea y países del MERCOSUR. Se aprecia que se producen diferencias entre el precio del producto importado y el exportado, lo que permite suponer que el producto nacional puede competir en el mercado externo, especialmente en el área latinoamericana, que es donde habitualmente llega. Existen en el país dos empresas que contratan cebada cervecera. Su meta actual es contratar 27.500 ha entre ambas, lo que podría ampliarse a 29.500 ha. La primera de ellas contrató 6.000 ha en 2004, y en este año piensa llegar a 10.000 ha, que incluso podrían alcanzar a 12.000 ha, si hubiere mayor interés. Su distribución geográfica sería aproximadamente la siguiente: La segunda llegaría a 17.500 ha contratadas, con la siguiente distribución: Existe además en el país una superficie de aproximadamente 4 a 5.000 hectáreas de cebada forrajera o cervecera, que se siembran anualmente sin contrato, para alimentación animal. Dependiendo de la empresa y del lugar de entrega, se ofrecen los siguientes precios por quintal métrico: US$ 158 base Coronel + bonificación por calidad, volumen y antigüedad. US$ 153 base Ñuble y Bío Bío + bonificación por calidad, volumen y antigüedad. US$ 149 Temuco al sur + bonificación por calidad, volumen y antigüedad. En general, estos precios, expresados en dólares, son levemente mayores que los de la temporada anterior. De mantenerse las actuales condiciones de pago y las bonificaciones establecidas, el futuro inmediato de este cultivo se ve muy promisorio. Chile puede llegar al autoabastecimiento de sus necesidades y, adicionalmente, ambas empresas tienen una amplia experiencia exportadora, de manera que el cultivo podría seguir creciendo y consolidándose en el país, con exportaciones crecientes, especialmente al área latinoamericana.

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Bibliographic Details
Main Author: Ochagavía I., Antonio
Other Authors: Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa)
Format: Artículos biblioteca
Language:Español
Published: 2005-08
Subjects:CEBADA CERVECERA, CEREALES, SUPERFICIE SEMBRADA, EXPORTACIONES AGRICOLAS, IMPORTACIONES AGRICOLAS, AGRICULTURA POR CONTRATO (AC), PRECIOS AL PRODUCTOR,
Online Access:https://hdl.handle.net/20.500.12650/3333
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