%0 Artículos %A Iglesias C., Rebeca %E Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) %D 2006 %G Español %T Mercado de la remolacha y del azúcar. %U https://hdl.handle.net/20.500.12650/3280 %X En los últimos meses han surgido algunos temas de importancia relacionados con la cadena de producción del azúcar en nuestro país: el cambio en la propiedad de la empresa procesadora, el alza de los precios de sus acciones, un nuevo récord de productividad de la remolacha en Chile y el incremento de los precios internacionales del azúcar. En relación a este último punto, hace décadas que no se observaban precios tan altos de las azúcares cruda y refinada en los mercados internacionales. De acuerdo a algunos analistas internacionales, en conjunto con la demanda de caña para elaborar etanol, el mercado ha tenido una actividad importante. En enero el precio de mercado se ubicó en un máximo de 19,5 centavos de dólar por libra. Algunos inversionistas internacionales predicen que los precios del azúcar subirían a cerca de 20 a 40 centavos por libra durante los próximos cinco años. Esto podría estar relacionado con la tendencia general vigente hacia una revisión de las medidas de protección y apoyo a la producción interna en los países desarrollados, lo que también se aplicaría al azúcar y otros productos agrícolas. Sucesivas reuniones en el marco de la OMC avanzan lentamente en el sentido de reducir los subsidios a la producción y exportación de productos agrícolas de los países desarrollados y permitir un mayor acceso a sus mercados, principalmente por parte de los países llamados menos desarrollados. Según el USDA, en los últimos cinco años la tasa de variación anual de la producción mundial de azúcar fue en promedio de 1,8%, y la del consumo llegó a 1,5%. Conforme al especial método que utiliza el USDA para el cálculo del balance de oferta y demanda de azúcar, afirma que las existencias a fines de cada año habrían venido bajando, a una tasa de 3,7% en el período. La relación stock a fin de año sobre consumo habría descendido en forma constante, para llegar en 2005/06 a 22,1%, la razón más baja en las últimas ocho temporadas, lo que en parte explicaría el alza de los precios internacionales. En el informe de diciembre de la Organización Mundial del Azúcar (ISO) se estima que la producción mundial en 2005/06 podría ser 1,5 a 2 millones de toneladas menor que el consumo mundial. En la publicación de noviembre de 2005 del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), en cambio, se estima que la producción mundial de la temporada 2005/06 alcanzaría a 144,2 millones de toneladas, un 2,4% más que en la temporada anterior y un 1% superior al consumo proyectado. Si se consideran las últimas ocho temporadas, desde 1998/99, ésta sería la segunda producción más alta después del récord obtenido en 2003. En las previsiones para 2005/06, la principal área productora (Asia-Oceanía, con 33% de la producción mundial) es a la vez la mayor consumidora (casi 40% del consumo de azúcar en el mundo). Internamente, los dos países mayores (India y China) son deficitarios y aumentarían su producción en 2005/06 (3,4 y 0,7 millones de toneladas, respectivamente). India, el segundo productor mundial, llegaría a 18,4 millones de toneladas, y estimaciones preliminares para 2006/07 anuncian un nuevo aumento, a 21 millones de toneladas. El resto de los países de la zona bajaría su producción, incluyendo a los dos principales exportadores en la región: Australia y Tailandia. Globalmente, esta área presentaría un mejor abastecimiento interno, aunque seguiría siendo deficitaria en 10 millones de toneladas. Un segundo grupo de países es América del Sur, que incluye al principal productor y exportador del mundo: Brasil. A pesar de algunas sequías o excesos de lluvias en zonas productoras, se espera que tanto su producción como sus exportaciones subirán en 2005/06. Algo similar sucederá con la Argentina, no así con Colombia, que verá reducidas ambas cifras. En todo caso, la zona en su conjunto exportará más de la mitad de su producción (alrededor de 20 millones de toneladas). Europa Occidental es el tercer productor de azúcar, en este caso sobre la base de remolacha azucarera. Se estima que su producción global podría bajar en medio millón de toneladas, pero sus exportaciones subirían, con una reducción en sus existencias. Europa del Este continuaría deficitaria en alrededor de 6 millones de toneladas, cifra levemente menor que las exportaciones de la Unión Europea. América del Norte también es deficitaria, pero su reducción en la producción conjunta sería compensada con una disminución en las existencias, y no aumentarían sus importaciones. El Caribe y América Central subirían levemente sus excedentes y exportaciones. El Medio Oriente, incluidos Egipto y Turquía, continuaría deficitario, al igual que África, a pesar de que Sudáfrica aumentaría sus exportaciones a 1,3 millones de toneladas. En general, casi todos los países importantes reducirían sus existencia a fines de año, lo que es más notorio en la Unión Europea (1 millón de toneladas), Estados Unidos e India (600 mil toneladas cada uno) y Tailandia (500 mil toneladas). El mercado internacional del azúcar ha respondido con precios spot y de futuros extremadamente altos a algunas variables presentes en la actualidad, entre las que se encuentran los cambios en la política de la Organización Común de Mercado (OCM) del azúcar en la Unión Europea propuestos en noviembre de 2005; el incremento en el destino de caña de azúcar hacia la producción de etanol para uso como combustible, impulsado por el elevado precio del petróleo; las menores producciones en países claves y en la UE, y el aumento del consumo mundial. En los últimos días de enero ha surgido como una política viable, no incluida en la propuesta original, la reducción del 10% de las cuotas de producción de azúcar en la Unión Europea para la temporada 2006/07, aplicando este coeficiente por igual en todos los Estados miembros, como una medida temporal para enfrentar una oferta que en los dos últimos años ha sido muy alta. De acuerdo a lo informado por Reuters, sería lo más lógico para prevenir mayores cantidades de azúcar en los almacenes de intervención de la UE, donde las reservas exceden 1,5 millones de toneladas. Sin embargo, algunos países como España, que posee una cuota de producción inferior a su consumo, rechazan la forma de fijar esta medida, que no consideran equitativa. No sólo en Brasil ha derivado el uso de la caña de azúcar hacia la elaboración de biocombustibles, afectando así el precio del azúcar (se estima que, en la temporada 2005/06, un 52,5% de la caña de azúcar brasileña se destinaría a la producción de etanol). También en países europeos, como el Reino Unido, se analiza la construcción de plantas para la producción de etanol a partir de remolacha. Sin embargo, podría haber problemas económicos para llevar a cabo este proyecto. En el Gráfico 1 se incluyen, hasta el día 27 de enero de 2006, las series de precios spot de las azúcares cruda y refinada en los mercados de Nueva York, Contrato N° 11, y Bolsa de Londres, Contrato N° 5, respectivamente. Los ciclos de precios del mercado del azúcar, que hace algún tiempo eran de entre siete y diez años, parecen haber reducido su amplitud. Se pueden hacer algunas observaciones a partir de la serie de precios del azúcar cruda, Contrato N° 11 de Nueva York: El menor precio spot ocurrió en abril de 1999 y el mínimo siguiente se observó después de cinco años, en enero de 2004. El precio spot más alto tuvo lugar en las últimas semanas de enero de 2006, cuando alcanzó en promedio US$ 376,8/ton. Ha sido el mayor precio de los últimos 24 años, semejante a los de mediados de 1981 y un 213,9% superior a los US$ 120,0 de abril de 1999. La diferencia entre el precio spot del azúcar refinada y el del azúcar cruda alcanzó un máxi mo en febrero de 2002, con US$ 86,38/ton, en tanto a comienzos de 2001 ambos precios habían sido muy similares. Desde entonces, con altos y bajos, esta diferencia se fue reduciendo, para alcanzar en enero de 2006 un valor negativo; es decir, por primera vez en el período considerado el precio spot del azúcar cruda no sólo se igualó al precio del azúcar refinada, sino incluso lo superó. Esta situación, que no se ha observado en los precios de futuros, donde siempre ha existido una prima de refinación positiva, se debe a la escasez puntual de azúcar cruda y a la posibilidad de su uso para fines diferentes a la fabricación de azúcar refinada, como la producción de etanol para combustible. En relación a la serie de precios del azúcar refinada, Contrato N° 5 de la Bolsa de Londres, se observa lo siguiente: Los menores precios spot ocurrieron en diciembre de 1999 y, después de cuatro años, en octubre de 2003. El precio spot más alto se observó también en las últimas semanas de enero de 2006, cuando alcanzó en promedio US$ 371,8/ton. Se trata del mayor precio de los últimos diez años, semejante a los de mediados de 1996 y un 120,6% superior a los US$ 168,50 de diciembre de 1999. Si se cumplieran los ciclos de precios tradicionales en el azúcar, es probable que alrededor de 2010 los precios internacionales vuelvan a los valores promedios de 2005 o de años anteriores. No obstante, es posible que se estén produciendo cambios estructurales, tanto en la producción como en el destino de los cultivos azucareros, lo que interferiría en la presentación normal de estos ciclos en el mediano plazo. En el Gráfico 2 se muestran los precios promedio del futuro más cercano en cada uno de los meses de 2005 y el promedio para cada posición de los cierres de futuros en la segunda quincena de enero de 2006. Se observa que, durante 2005, tanto los precios del futuro más cercano del azúcar cruda como los de la refinada comenzaron a subir desde mediados de año y alcanzaron un máximo relativo a principios de febrero de 2006, cuando llegaron a un nivel superior en más de 70% al de enero de 2005. En los últimos días de febrero los futuros de posiciones posteriores en 2006 y hasta 2007 muestran una situación de precios altos, aunque con tendencia a ir bajando paulatinamente. En 2005 se exportaron productos relacionados con la remolacha y el azúcar por un valor de 13 millones de dólares FOB. El 93% de este valor correspondió a las exportaciones de coseta de remolacha, que alcanzaron a 91.500 toneladas. Aunque el precio promedio subió de US$ 126 a US$ 132/ton, las exportaciones fueron menores en cerca de 15% en comparación a las de 2004. Japón continuó como el principal destino, con 88.200 toneladas, por un valor FOB de US$ 11,5 millones FOB. Menores fueron las exportaciones a Ecuador, Perú y Sudáfrica, las que se iniciaron en 2003. Las importaciones de azúcar y otros productos comprendidos en la partida 1702 (lactosas, glucosas y fructosas) alcanzaron a 287 mil toneladas, por un valor CIF de US$ 87,2 millones, un 7,4% superior al de 2004. En 2005 se importaron 230 mil toneladas de azúcar, tanto cruda como refinada, por un valor CIF de 70 millones de dólares, cifras superiores en sólo 6.000 toneladas y 14,4% en cantidad y valor, respectivamente a las del año anterior. El precio promedio CIF subió de US$ 276/ton en 2004 a US$ 308/ton en 2005. Por segundo año consecutivo el principal abastecedor de azúcar refinada fue Colombia, con casi 92.000 toneladas. Su precio CIF fue entre 10 y 20 dólares menor por tonelada en comparación a los de otros abastecedores, como Argentina y Brasil (US$ 307 por tonelada) y Guatemala (US$ 327/ton). Durante noviembre de 2005, el precio de referencia para la banda de precios fue menor que el piso, fijado en US$ 310/ton (hasta el 30 de noviembre de 2007), por lo que las importaciones de azúcar refinada grado 1 y 2, fuera de cupo, debieron cancelar derechos específicos de US$ 13/ton. El arancel total alcanzó a 9,81%. En diciembre de 2005, subieron los derechos específicos a US$ 24/ton, y el arancel total alcanzó a 13,3%. Sin embargo, ya en enero de 2006 el precio de referencia se situó entre los valores de piso y techo de la banda de precios del azúcar, por lo que las importaciones fuera de cupos especiales no quedaron afectas a derechos específicos y solamente al arancel ad valórem de 6%. En febrero de 2006, debido a una nueva alza de 10% en los precios internacionales, las importaciones de azúcar refinada grados 1 y 2 tendrían una rebaja de US$ 13,38/ton, y las de los grados 3, 4 y subestándar y las del azúcar cruda, cancelarían sólo el ad valórem. Es probable que en marzo el azúcar entre al país sin arancel. Los cupos libres de arancel correspondientes al año 2005 no fueron utilizados en su totalidad, por lo que algunos saldos pasaron a 2006. Es así como a fines del mes de febrero todavía quedan disponibles casi 1.000 toneladas del cupo principal de 60.000, y cantidades un poco superiores para cada uno de los cupos más pequeños restantes, que tienen plazo para ser usadas sólo hasta el 31 de marzo de este año. El total de cupos de 105.000 toneladas correspondiente a 2006 está disponible y no ha habido importaciones todavía con cargo a ellos. Es posible que en el corto plazo no se recurra a estos cupos libres de arancel para la importación de azúcar, considerando que, dado el alto precio que ha alcanzado el producto en el mercado internacional, en el próximo mes, al menos, las rebajas arancelarias originadas en la banda de precios tomarán un valor igual al 6% de arancel general, o sea, los productos de la partida 17.01 entrarán sin arancel. En relación al reciente Tratado de Libre Comercio entre China y Chile, firmado en noviembre de 2005, que comenzará su vigencia una vez que sea ratificado por los respectivos Congresos, ambos países excluyeron de la desgravación arancelaria tanto al azúcar cruda como a la refinada, de caña y de remolacha. China mantiene un arancel ad valórem de 50% y Chile tiene la posibilidad de establecer hasta un 98% para estos productos. Para las preparaciones alimenticias (2106.9090), China mantuvo su 20% ad valórem, con una desgravación a 10 años, es decir, en el año 2015 permitiría su importación libre de arancel. Chile excluyó este producto de la negociación. La coseta de remolacha fue clasificada por China con desgravación "Año1", o arancel 0% cuando entre en vigencia el Tratado. Considerando que se piensa potenciar los productos para alimentación animal en el país, sería una buena oportunidad para la coseta de remolacha, que en estos momentos tiene un mercado importante en Japón. En la temporada 2005/06 hubo una reducción de la superficie sembrada con remolacha, que se estima en unas 2.600 ha (8,6%), para alcanzar a cerca de 28.000 ha. En la zona de Chillán se sembró la mayor cantidad de remolacha, unas 10.300 ha, seguida por Los Ángeles, con 6.400 ha, y en Linares habría cerca de 5.000 ha sembradas. Los niveles de productividad alcanzados en las últimas temporadas han sido importantes, con 83,2 toneladas limpias por hectárea y 13,3 toneladas de azúcar por hectárea en la temporada 2004/05. El nivel más alto de rendimientos se obtuvo en el área de influencia de las plantas de Curicó, con 87,8 toneladas de remolacha limpia por hectárea, y Los Ángeles, con 86,4 ton/ha. En Rapaco se obtuvo el menor rendimiento, con 81,8 ton/ha, bajo el promedio nacional, aunque fue de todas maneras mejor que el de otras temporadas agrícolas, debido al nuevo programa tecnológico implementado en remolacha. En este sentido, para aumentar la productividad del cultivo, Indap y Iansagro firmaron un convenio de tecnificación de riego (aspersión) para pequeños agricultores remolacheros usuarios del organismo estatal. La m eta fijada para el año 2010 es de 100 ton/ha como promedio nacional. Aunque alta, esta meta no es imposible, considerando que en las parcelas Todobién, distribuidas a lo largo de la zona remolachera, se han alcanzado rendimientos promedio de 111 ton/ha y en siembras comerciales ya se han superado las 132 ton/ha. Alcanzar esta meta significará un importante esfuerzo para los agricultores que en la actualidad obtienen rendimientos inferiores al promedio nacional. Para productividades altas, en la actualidad el costo de producción total bordea las 90 ton/ha. Llegar a ellas significará una selección natural de los agricultores, la búsqueda de los mejores potreros para la siembra y una rotación selectiva en suelos libres de malezas y plagas. Al igual que en otros cultivos, el incremento logrado en la productividad se ha basado, entre otros factores, en el uso de una adecuada semilla, elegida por s s condiciones de adaptabilidad a la zona de cultivo, un buen poder germinativo y la resistencia a las enfermedades más comunes del cultivo. Para la remolacha, un adecuado control de calidad de las semillas, acompañado de calibración, pulido y pildoración, permiten contar con una semilla monogérmica que asegure una germinación muy alta. Entre las variedades de buen rendimiento disponibles en el mercado nacional, existen más de diez tolerantes a Rhizoctonia solani. Este hongo provoca pérdidas considerables en raíces, cuando los primeros síntomas aparecen en el mes de diciembre, bajo condiciones de sequía o cuando las plantas están bajo estrés, y en rotaciones de suelo cortas o con otros huéspedes en la rotación (leguminosas, papa y maíz). Otro de los costos importantes en el cultivo es el control de plagas, que se aproxima al 21% del total de costos, dependiendo de la zona y de la rotación de cultivos, por lo cual la asistencia técnica ha estado dirigida a promover un control de plagas integrado, con menor uso de insecticidas. Una de las inversiones significativas en el cultivo, que contribuye a asegurar una buena productividad, es la que los agricultores realizan en equipos y sistemas de riego y en maquinaria agrícola. Se ha implementado un programa para llevar un balance hídrico en todos los equipos de riego que están operando. Un convenio suscrito entre la empresa procesadora y una entidad bancaria permitiría un 100% del financiamiento necesario para estos insumos, a una tasa preferencial, para lograr unas 10.000 ha bajo riego tecnificado. En cuanto a maquinaria, se promueve el uso de nuevas cosechadoras autopropulsadas, lo que aseguraría para la próxima cosecha una mejor calidad de la remolacha, menos tierra y menor daño en las raíces, cosechas más cortas y de menor costo. Con una buena distribución de lluvias, que permitió asegurar el riego en toda la zona productora de remolacha, el cultivo se ha desarrollado bien, sin mayores problemas de plagas o enfermedades. A inicios de enero llovió abundantemente; sin embargo, en las últimas semanas (enero y comienzos de febrero) no ha habido precipitaciones entre las regiones VI y X, por lo que en algunas zonas ha sido necesario regar relativamente más que en el año anterior. En la actualidad, el cultivo se encuentra en etapa de desarrollo, de manera que a fines de marzo y en abril comenzará su acumulación de azúcar en las raíces. Se estima que, si las condiciones climáticas lo permiten, la cosecha se iniciaría a principios de abril. Es muy prematuro hacer estimaciones de rendimiento, pero, si las altas temperaturas registradas en los últimos días no afectan la polarización, se estima que el rendimiento podría superar al de 2004/05, bordeando en promedio las 85 toneladas de remolacha limpia por hectárea. El precio ofrecido es de US$ 43/ton, más dos bonificaciones variables, que se determinan de acuerdo a tablas preestablecidas. La primera de ellas depende del costo de importación efectivo del azúcar entre el 1 de abril de 2006 y el 31 de marzo de 2007 y va desde US$ 0,20 por tonelada limpia de remolacha en un primer tramo, si el costo de importación es mayor de US$ 371 por tonelada, hasta US$ 1,25 por tonelada limpia, si el costo de importación es igual o superior a US$ 401 por tonelada de azúcar, con algunos valores intermedios. La otra bonificación es por distancia a la planta, para compensar el mayor costo de flete, y varía entre US$ 0,30 para remolachas producidas a más de 60 km y 3,0/tonelada para distancias superiores a 170 km hasta la planta procesadora, también con varios tramos intermedios.