El Soconusco su violencia geográfica / III

Entre el istmo de Tehuantepec y las costas de Colombia navega la placa tectónica de Cocos. Desde las profundidades del océano se desliza a la velocidad de unos centímetros al año en dirección de la costa del Soconusco, asentada en otra placa: la llamada caribeña; se sume bajo ella y, como cuña, levanta la Sierra Madre de Chiapas. El simétrico continental de la fosa abismal de 6 mil 660 metros por debajo del nivel del mar frente a Mapastepec, lo constituye el par volcánico del Tacaná (Chiapas) y del Tlacomulco (Guatemala), cuyos conos gemelos se yerguen a más de 4 mil metros de altitud. Invitan la poderosa actividad convectiva atmosférica que atrae del Pacífico las nubes, que son la ganga de sus cafetales, pero también causa de los cataclismos provocados por sus violentos -hasta mortíferos- chubascos. Esta larga y maciza sierra, cuyos pliegues corren de noroeste a sureste, presenta dos vertientes muy asimétricas. Sus suaves laderas interiores, completadas por contrafuertes, descienden hacia el valle central del Grijalva. Sus muchos ríos culebrean al capricho de un relieve complejo, pero estas laderas reciben pocas lluvias, por su exposición al noreste, que las somete al embate a quemarropa de los alisios (vientos dominantes del resto de Chiapas). Estos, después de descargar sus lluvias en las cañadas lacandonas, los Chuchumatanes y nuestros Altos, llegan secos a la sierra.

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Détails bibliographiques
Auteur principal: Aubry, Andrés 1927-2007 autor/a 9946
Format: Texto biblioteca
Langue:spa
Sujets:Geografía, Desastres naturales, Climatología, Artfrosur,
Accès en ligne:http://www.jornada.unam.mx/2005/11/03/index.php?section=opinion&article=026a2pol
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